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Limpieza intestinal (Shank Prakshalana) | Yoga Lleida

Fecha de publicación: 24/11/2015

En Occidente, donde se rinde culto a la comida rápida, donde se da tanta importancia al restaurante, donde todo el mundo tiene algún kilo de más, con toda la serie de enfermedades relacionadas con la obesidad, y donde se gastan fortunas con la venta de métodos para adelgazar, resulta que nos olvidemos de limpiar lo que cada día «ensuciamos» al menos tres veces. Lo más que limpiamos es la piel y los dientes. Pobre limpieza para un cuerpo tan complejo como el nuestro.

 

Mediante el naturismo, el yoga, etc. se practican hábitos higiénicos totalmente desconocidos pero no introducido en ellos. Hay limpiezas específicas de órganos como ojos, nariz y boca, incluso interiores, como los riñones, intestino grueso, etc.; sistemas de depuración con agua, infusiones de plantas, dietas especiales para depurar determinados órganos o desintoxicar el organismo.

Shank Prakshalana una técnica milenaria de la India, consiste en la ingestión de agua para limpiar el intestino. Se añade sal, para que el agua no se absorba por la pared intestinal, por lo que se eliminaría por vía renal. Los movimientos que se realizan van conduciendo el agua hasta el recto, y las tomas de agua sólo terminan cuando el agua sale tan limpia como cuando entró.

LA IMPORTANCIA DE UN INTESTINO LIMPIO

Antes de comenzar con la descripción de la técnica parece indicado reflexionar sobre la importancia de tener un intestino limpio. Al transformar los alimentos, el organismo produce residuos y toxinas que debe eliminar. De ahí la importancia de mantener en el mejor estado de limpieza del intestino. Una buena ayuda, sin duda, la proporciona la dieta, con la toma de alimentos de fácil digestión y que contengan fibra, como son las frutas, verduras y ensaladas.

Evitar, completa o parcialmente, la carne es un buen método para no intoxicar con residuos en el intestino. Lo más aconsejable para una persona no vegetariana es tomar, como máximo, carne una vez por semana (como hacían nuestros abuelos). Los condimentos fuertes, los picantes y los excitantes también deben moderarse. El pescado se tomará en pequeñas cantidades y mejor a la plancha. La mejor manera de tomar derivados lácteos es el yogur.

Se ha comprobado que los restos que quedan adheridos en el intestino, formando costras durante mucho tiempo y produciendo una irritación permanente de la mucosa intestinal, pueden ser la causa de numerosos tipos de cáncer, especialmente de colon, ya que está demostrado que las zonas intestinales más propensas al cáncer son las curvaturas del colon. En ellas se produce una disminución de la velocidad de las materias circulantes, que favorece su incrustación y putrefacción posterior, dando lugar a irritaciones, ulceraciones y cáncer.

Puede suceder que una persona evacue todos los días normalmente y sufra sin saberlo de estreñimiento crónico, con las consecuencias que ello conlleva. Es decir, elimina, pero con retraso, dando tiempo a que proliferen los gérmenes que acabarán intoxicando al organismo. Hay, pues, vigilar, ya que las consecuencias del estreñimiento, de una manera o de otra, son: aliento fétido, cefalea, insomnio, depresiones, irritabilidad, ciática, hemorroides, cáncer, apendicitis, erupciones en la piel, etc.

En nuestra mentalidad occidental nos repugna incluso hablar de estas cosas, considerando en todo lo relacionado con el tracto digestivo como algo repulsivo. Pero debemos superarlo, ya que simplemente estamos trabajando con nuestro propio organismo, que, sea como sea, tenemos que aceptar, ya que de no hacerlo nos producirá más problemas.

COMO Y CUANDO UTILIZARLA

Se aconseja realizar este tratamiento cuatro veces, aprovechando los cambios de estación. El momento más propicio es la mañana en ayunas, y mejor en un día festivo, en el que no haya prisa y pueda aprovecharse el resto de la jornada a saborear la paz que invade el organismo y que da un toque especial a este día . Es mejor estar solo, pasear y, si es posible, efectuar ejercicios de relajación, meditación o yoga; también se puede escuchar música, o caminar por el campo, todo ello en una jornada que la persona dedica a sí misma para reencontrarse después de los días de agitación y prisas. La ventaja de la limpieza con agua salada es que se limpia de una sola vez todo el intestino.

Las personas que encuentren el agua salada desagradable la pueden sustituir por el agua resultante de hervir varias verduras. El agua salada se tomará tibia o incluso algo caliente. Esto evita el enfriamiento que produciría la toma de grandes cantidades de agua fría; además, como es bien sabido, el agua caliente limpia más que la fría. El tiempo total para efectuar la limpieza con agua salada puede ser de una a tres horas.

Si al final nota su estómago lleno, es que ha quedado un poco de agua en él. Para eliminar se repetirán los ejercicios del primer movimiento, es decir los que eliminan el agua del estómago abriendo el píloro (véase «Ciclo de movimientos»). Si la sensación de llenado se produce más hacia abajo, es mejor detener la ingestión de agua, repetir los ejercicios y volver al lavabo. Una vez recuperada la sensación normal, se siguen tomando los vasos de agua como se indica en «Método a seguir». Al cabo de dos o tres defecaciones, el agua saldrá sólo turbia, con variaciones en su color. Todo ello indica que el proceso de limpieza es correcto y seguir hasta que el agua salga transparente y clara como entró.

En relación a los pequeños problemas que se pueden presentar, hay que citar la eventual irritación del ano, que puede solucionarse con la limpieza en el bidé seguida de la aplicación de una pequeña cantidad de aceite de oliva como lubricante . La persona que efectúa su primera limpieza intestinal es conveniente que, unos días antes del lavado de agua salada, practique bien los movimientos de conducción del agua indicados en «Ciclo de movimientos», a modo de entrenamiento.

ALGUNAS CONTRAINDICACIONES

El ejercicio de limpieza intestinal con agua salada no deberá efectuarse si la persona no se encuentra en perfecto estado de salud. No deberían efectuar las personas que en ese momento sufran determinados problemas digestivos como úlcera gástrica o duodenal, ni enfermedades como diarrea, colitis, apendicitis, tuberculosis intestinal, cáncer, etc. Cabe decir que esta técnica se emplea en determinados hospitales e incluso como complemento a curas de rejuvenecimiento en la que, bajo supervisión, se llega a efectuar incluso diariamente, complementada con caldos de verduras para remineralizar el organismo.

EFECTOS BENEFICIOS

No hay duda de que efectuar una limpieza de algo tan sucio como puede ser nuestro intestino, es de por sí, algo enormemente beneficioso. Pero además hay que añadir que se han constatado experiencias sorprendentes, como puede ser la eliminación de algún producto ingerido meses antes. Personalmente he visto como eliminaba un pequeño trozo de plástico que  ingerí accidentalmente meses antes, y que había quedado por algún pliego intestinal.

La limpieza intestinal se traduce en una agradable sensación de quietud interior, que en los días siguientes se traducirá en un mejor sueño, mejor aliento, la desaparición de erupciones o grandes, e incluso la desaparición de los olores corporales (hasta los de las primeras deposiciones). También debe notar los efectos tónicos, como la estimulación del hígado y otras glándulas abdominales, especialmente el páncreas. Incluso, algunos casos de diabetes (no insulinodependientes) se han tratado con éxito efectuando este ejercicio a días alternos y bajo control médico durante dos meses. Finalmente, la limpieza del intestino conlleva una mejor absorción y asimilación de los alimentos.

La limpieza intestinal con agua salada hace que las deposiciones puedan retrasar incluso 36 horas, siendo de color amarillo anaranjado e inodoras. Mi experiencia, sin embargo, me permite poder afirmar que las evacuaciones se producen con normalidad horaria pero con menos volumen, con color a veces más oscuro que el amarillo, e inodoras.

RÉGIMEN DE COMIDAS Y BEBIDAS

Lo más aconsejable la semana previa a efectuar la limpieza con agua salada, es ir preparando el intestino con una reducción de los alimentos grasos y cárnicos, sustituyéndolos por mayores cantidades de verduras, ensaladas y frutas. También es aconsejable seguir este régimen una vez efectuada la limpieza intestinal, para poco a poco ir volviendo al régimen individual que cada uno siga.

Una vez efectuada la limpieza intestinal se efectuará una comida media hora después, como máximo al cabo de una hora, ya que no hay que dejar el tubo digestivo vacío durante más de una hora. Para ello se efectuará una comida de arroz blanco muy cocido (para facilitar la digestión), al que se le añadirá aceite de oliva, con el objeto de lubricar de nuevo las paredes intestinales. En lugar de arroz puede emplear pasta de trigo (tipo macarrones, tallarines, etc.), no integral y que esté muy hervida.

En las siguientes comidas, e incluso hasta las primeras 24 o 48 horas, no se debe tomar ningún tipo de alimento ni bebida ácida (tomate, yogur, leche, frutas, refrescos sintéticos, etc.), ni picante (salsa, ajo, cebolla, condimentos), así como tampoco excitantes (café, té, chocolate, etc.). Simplemente se tomarán alimentos neutros, como arroz, legumbres cocidas, pan, macarrones, tallarines, verduras, ensaladas (lechuga, zanahoria, aceitunas, remolacha, germinados, etc.), así como quesos semiduros no fermentados. En una palabra, alimentos simples, de fácil gestión, que no puedan irritar el intestino que hemos terminado de limpiar.

Con relación a las bebidas, es aplicable lo dicho para las comidas, pero procurando no beber ningún líquido hasta haber efectuado la primera comida, ya que, de otro modo, el «sifón» continuaría, y nos encontraríamos que no podríamos poner nunca fin a nuestras visitas al baño. El alcohol está prohibido tanto antes como después del ejercicio, hasta al menos tres días después de haber realizado la limpieza. Tras la primera comida es aconsejable la toma de infusiones de plantas medicinales (diente de león, ortiga, zarzaparrilla, etc.), que complementan la purificación total del organismo.

Cualquier persona que efectúe la limpieza con agua salada, luego escogerá instintivamente los alimentos con mayor cuidado, porque habrá tomado conciencia de la sensación especial que tiene cuando se ha limpiado el intestino. Se tiene la sensación de tener un intestino nuevo, como de un bebé; ya no existen ni la pesadez de estómago, ni los flatos, ni gases, ni ningún tipo de molestias. Algo parecido a una quietud interior ligada con paz y bienestar, que se transmite al resto cuerpo. Por eso, después de la limpieza y la primera comida es aconsejable reponer, evitando enfriarse. Y todo ello, sin cargar la mente con lecturas, sino dejándose llevar por la relajación o la música.

MÉTODO A SEGUIR

Hervir 3 litros de agua, luego dejar enfriar, añadir después la sal marina o sal del Himalaya, no se debe utilizar sal común refinada y con aditivos. (Una cucharada de postre por litro).

Beber dos vasos de agua salada entre tibia y caliente.

Efectuar los cuatro movimientos descritos en "Ciclo de movimientos".

Beber dos vasos de agua tibia.

Ejecutar el ciclo de cuatro movimientos de nuevo.

Seguir así hasta haber bebido seis vasos. Esto es un ciclo completo de toma de agua.

Ir al baño y esperar a que se produzca primera evacuación. En caso de no producirse en cinco minutos, volver a efectuar otro ciclo movimientos, sin tomar agua.

Si excepcionalmente no se produce la primera evacuación, se practicará una lavativa para iniciar el efecto sifón.

A partir de la primera evacuación, seguir con el ciclo completo de toma de agua, efectuar los ejercicios e ir al baño.

Terminar cuando el agua salga tan limpia como entra (puede costar de veinte a cuarenta vasos o incluso más). Para ello, dejar de tomar agua y quedarse cerca del lavabo durante una hora, ya que es normal evacuar un par de veces más.

No beber hasta la primera comida, que se efectuará entre media y una hora después.

CICLO DE MOVIMIENTOS

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Con un ciclo de cuatro sencillos movimientos se conduce el agua por el tubo digestivo hasta su evacuación. Cada movimiento se efectúa cuatro veces a cada lado, alternativamente, excepto el primero, que particularmente se aconseja efectuar seis veces. El ciclo total ocupará un minuto aproximadamente.

Movimiento 1

Con los pies separados unos 30 cm y los brazos elevados, con los dedos entrelazados y las palmas hacia arriba, en posición recta, elvarse sobre los pies manteniendo unos segundos, para luego descanzar sobre ellos y repetir la postura 6 veces.

Movimiento 2

Con los pies separados unos 30 cm y los brazos elevados, con los dedos entrelazados y las palmas hacia arriba, en posición recta, efectuar giros de tórax hacia los lados: seis veces en cada lado con un total de doce inclinaciones, empezando por el lado izquierdo (tiempo total 12 segundos). Con estos movimientos evacuar el agua del estómago, ya que con ellos se abre el píloro.

Movimiento 3

Con la misma posición anterior de los pies, extender el brazo derecho horizontalmente y doblar el izquierdo, hasta que la mano toque la clavícula, momento en que se efectúa la rotación del tronco dirigiendo el brazo extendido hacia atrás, lo más lejos posible, mirando la punta de los dedos. Seguir rápidamente hacia el otro lado. Se hará el movimiento a cada lado cuatro veces, lo que supone un total de ocho movimientos (tiempo total 10 segundos). Con estos movimientos se hace avanzar el agua por el intestino delgado.

Movimiento 4

Colocar el cuerpo extendido boca abajo y levantar la cabeza, apoyando en las palmas de las manos (dirigidas hacia adelante) y en los dedos de los pies (flexionadas también hacia adelante) con los pies separados unos 30 cm. Se gira la cabeza, hombros y tronco hasta mirar el talón opuesto (si se empieza por la derecha deberá ver el talón izquierdo). Efectuar seguidos, sin parar, cuatro giros a cada lado; es decir, un total de ocho movimientos (tiempo total 15 segundos). Con estos movimientos se hace avanzar el agua por el final del intestino delgado.

Movimiento 5

Colocarse en cuclillas, con los pies separados 30 cm y con los talones colocados hacia el exterior de los muslos (no bajo las nalgas), y con las manos sobre las rodillas, que estarán separadas unos 50 cm . Primero girar la cabeza y el tronco hacia la derecha, colocando la rodilla izquierda sobre el suelo, delante del pie opuesto. Las manos ayudarán a efectuar los movimientos intentando que cada vez se oprima una mitad del vientre a fin de presionar el colon. Para completar bien esta presión va bien mirar hacia atrás y presionar el abdomen. Estos movimientos se realizarán comprimiendo primero el lado derecho del abdomen, con el objeto de presionar el colon ascendente. Se efectuarán cuatro movimientos a cada lado, lo que supone un total de ocho giros (tiempo total 15 segundos). Con este movimiento se conducirá el agua a través del colon.



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