Las Sales de Magnesio o Sales de Epsom se han utilizado desde tiempos inmemoriales.

Cuando nos damos un baño con ellas nuestra piel que es porosa absorbe el magnesio y el sulfato, que entran en nuestro sistema circulatorio, creando una ósmosis inversa que hace que todas las toxinas salgan de nuestro cuerpo.

El magnesio es necesario para nuestro cuerpo, ayuda a la función muscular y nerviosa, reduce la inflamación y mejora el flujo sanguíneo y la oxigenación de todo el cuerpo. Los sulfatos son elementos necesarios para las articulaciones, la piel y el tejido nervioso. La combinación de las sales de magnesio ayuda a desintoxicar el cuerpo y ayuda a construir moléculas clave de proteína en el tejido cerebral y las arituclacions.

Preparación

Llenamos la bañera con agua caliente. Dicen que cuanto más caliente posible. Tira una taza o dos de sales de magnesio (por adultos), para niños sería media taza. Dilúyelo bien.

Puedes tirar algún aceite esencial de calidad que a ti te guste. Como lavanda para relajar, ciprés y eucalipto para el sistema inmunológico o bergamota y vetiver para el estrés. Unas diez gotas de aceite esencial.

Preparas el entorno para que puedas estar tranquilo /a una hora. Puedes poner velas, música suave, o escuchar un yoga nidra. Tienes una toalla grande al alcance para cuando salgas.

Cuando el agua ya está a tu gusto te pones dentro de la bañera. Para que tu cuerpo se desitoxique necesitas estar 20 minutos y para que tu cuerpo absorba las sales hasta 40 minutos.

La aptitud dentro de la bañera es de relax. El cuerpo está suave, abandonado dentro del agua. Puedes cerrar los ojos y observar tu frente para entrar dentro de tu conciencia. Pones tu atención en el flujo respiratorio, animando al cuerpo que respire de forma abdominal o completa. Si te has puesto un yoga nidra sólo tienes que seguir la voz.

Me siento aquí y ahora viviendome desde dentro.

Cuando decida salir, me levanto, me tapo con la toalla y me tumbo en la cama bien tapado/a con el edredon, en la posición de savasana, Pancha arriba con brazos y piernas separados para que las axilas y las ingles queden libres.

Me quedo aquí dentro del cuerpo observando sus movimientos internos, con los ojos cerrados observando Shidakash, la conciencia. Dejo que mi presencia se quede en el presente, diez minutos como mínimo. Sigo relajado/a. Medito estirado/a.

Es una purificación muy placenteroa! Te animo a que la pruebes!