Para los que no conocen a Thich Nhat Hanh es un maestro Zen nacido en Vietnam Central, monje budista y activista por la paz, que ha sido nominado al Premio Nobel de la paz. Refugiado político en Francia desde 1972, por su combate pacífico, que comenzó durante la guerra de Vietnam.

Actualmente vive en Francia, en una comunidad budista que se llama Plum Village, fundada en 1982, cerca de Burdeos. Viaja constantemente por todo el mundo dando enseñanzas y conferencias y ayudando a los refugiados.

Ha escrito más de 100 libros. Donde el tema central a menudo es la necesidad de transmitir a la acción cotidiana y social una intención profunda de amor surgido de una atención consciente.

En el Sant Jordi de mis 19 años mi padre Jofre Ballester me regaló un libro de Thich Nhat Hanh. Yo estaba pasando una época difícil, donde no encontraba mi lugar y sentía que me había perdido. Cuando abrí el libro había una serie de meditaciones guiadas, con la explicación de cómo las había de practicar. Me encerré en mi habitación de estudiante compartida aprovechando que no había nadie. Sentada sobre la cama con la posición de meditación empecé a seguir las instrucciones. La cabeza me iba muy rápido y la verdad es que no lo disfruté.

El libro quedó abandonado en medio del montón de libros que tenía.

Al cabo de dos años, cuando estaba estudiando la carrera en Lleida, un día lo volví a coger. Recuerdo aquella época con mucho cariño. Cada día intentaba hacer alguna de las meditaciones guiadas de Thich Nhat Hanh sentada sobre la cama con las piernas cruzadas y la espalda recta.

Recuerdo que cambiar de piso y también de compañeros y el libro volvió a quedar olvidado entre los otros libros.

Ya Los veinte pico cuando empecé a practicar yoga y volviendo de un viaje largo en la India el libro me volvió a cautivar. Y me volví a pegarlos. Entonces era Agente Rural y las meditaciones ya las hacía asentada en el suelo, en cualquier rincón de bosque!

A mis treinta me empapé de todos los videos que encontraba de Thich Nhat Hanh por youtube.

Y es por eso que en mis clases utilizo sus meditaciones, sobre todo al comienzo de las clases para marcar la dirección de vivir cada sesión desde la presencia. Las meditaciones que propone Thich Nhat Hanh nos llevan a un estado de Mindfulness, de atención plena y de felicidad infinita.

Le agradezco de todo corazón a Thich Nhat Hanh todo lo que me ha aportado y ya tengo ganas de disfrutar de esta película!

Gracias, gracias, gracias